3.14.2012

Refinamientos


Ayer vi un mueble ornamentado en una especie de filigrana de pan de oro. Lo mirabas y te deslumbrabas. Me dije: habría quedado perfecto para que kirsten Durnst lo use en Marie Antoniette, la película. Entretanto se acercarían sus damas de compañía a ofrecerle pastelitos y vino en copas de cristal.


Al poco rato me cansaba de mirar el mueble. Me desconcerté. ¿La belleza puede ser cansina?. La belleza meticulosa, sí.  La parafernalia del adorno.
Los aristócratas colocaban al detalle de lo que fuera, en el paroxismo. Vestidos con volantinas, encajes, pedrería, zapatos punteagudos con diamantes. Lujo.
Celebraciones barrocas, lugares barrocos.  Lenguaje barroco.  Me estoy preguntando,  por qué lo barroco tendría un lugar en los días próximos. A veces es bellamente absurdo. Quizás esa sea su garantia. Quién sabe.

No comments: